¡Cuidado! Warning! Achtung! A tope de spoilers de todo lo emitido hasta la fecha de Westworld. Eres libre de seguir leyendo o no. ¿O no?
Lisa Joy y Jonathan Nolan se toman su tiempo con cada temporada de 'Westworld', de eso no hay duda. Veinte meses habían pasado desde el final de la segunda temporada hasta que el 15 de marzo se estrenaba la esperada nueva entrega. Un día antes entraba en vigor el Estado de Alarma en España para luchar contra la pandemia del Coronavirus. Curiosamente, después de ocho capítulos muy intensos, esta tercera temporada terminaba el reciente 3 de mayo, último día antes del inicio de la Desescalada en la Piel de Toro. Podríamos decir entonces que 'Westworld' ha sido la serie de este Confinamiento de más de 50 días que hemos vivido no sólo en España sino en buena parte del mundo.
Mi intención era analizar cada capítulo de esta tercera temporada en profundidad como ya hice con la segunda pero no se han dado las circunstancias. Sin embargo no quería dejar de comentar una temporada que si bien puede parecer un reboot que se aleja mucho de la premisa original de la serie a simple vista no es sino la continuación y el refuerzo, en otra localización más "abierta", del ambicioso plan maestro de Joy y Nolan para con su serie y que tendrá, como mínimo, una temporada más.
Cada temporada de 'Westworld' gira en torno a un concepto distinto muy conciso y a la vez muy abstracto. En la primera la Conciencia era la piedra angular. En la segunda tomaba el relevo la Inmortalidad (o la Mortalidad, según se mire). En esta tercera el punto focalizador no es otro que el Libre Albedrío. Y sí, el libre albedrío ya estaba presente en las dos temporadas anteriores pero ahora se vuelve tema capital y no sólo el de los Anfitriones si no el de los propios seres humanos y la humanidad en su conjunto. ¿Somos de verdad tan libres como creemos o marchamos encima de unos raíles que nos llevan a un destino prefijado? Una pregunta que viene que ni al pelo en estos días pandémicos, ¿no?.
Como vimos al final de la segunda temporada, Dolores, recreada en un Anfitrión con la imagen de la jefa de Delos Charlotte Hale, consigue escapar finalmente de Westworld e iniciar su camino en el Mundo Real [1]. Los primeros pasos de ese camino le llevan a, obviamente, vengarse de Delos. En este camino de venganza descubre la existencia de Rehoboam, una poderosa máquina de IA creada por los hermanos Serac que en base a todos los datos de los usuarios de Incite (una nueva corporación maligna a la altura de Delos cuya app tienen instalada miles de millones de personas en todo el mundo) va realizando predicciones. Cuando alguna anomalía amenaza con provocar alteraciones en la predicción de futuro deseada por Serac, este procede a eliminarla o a "reconducirla".
Es decir, los humanos de este futuro imaginado por Joy y Nolan son tan poco libres (y poco conscientes de esa falta de libertad) como lo eran los Anfitriones en Westworld y Dolores decide liberarlos como liberó a sus congéneres (aunque algunos de ellos como Maeve o Bernard no la tengan en alta estima) aunque ello les pueda llevar a la extinción, como (casi) pasó con los suyos [2]. Pero ella sabe que ella no puede ser esa heroína, que la humanidad necesita un liberador de su propia especie y es en este punto cuando aparece Caleb Nichols.
Nichols, el personaje interpretado por Aaron Paul, el gran fichaje de la temporada, es una de esas anomalías que Serac (Vincent Cassel, otro fichaje de campanillas) corrigió y convirtió en un "neutralizador" de los de su clase. Su instrucción la llevó a cabo en otro de los parques de Delos, uno privado para preparar operaciones militares del DoD (y el quinto de los seis que conocemos [3]) y donde Dolores lo conoció. Sin embargo su cerebro está tan dañado por la droga que la misma Incite le proporciona que no recuerda nada y piensa que es un simple obrero de la construcción (ecos a 'Desafío Total' aquí). Dolores debe guiarlo hasta que vea la luz y sea capaz de guiar a "su pueblo" mientras va capeando los temporales que suponen, cada uno por su lado, Maeve, Bernard, un Serac que piensa que ella tiene la llave para desencriptar The Sublime (aka Cielo Robot) y completar su algoritmo e incluso sus propias copias, que van cogiendo entidad propia conforme avanza la historia.
Esto de las máquinas de IA que realizan predicciones no es algo nuevo para Joy y Nolan desde luego ya que en este mismo concepto se basaba su anterior serie, 'Person of Interest'. Parece que la serie protagonizada por Michael Emerson y Jim Caviezel sirva como caldo de cultivo para esta tercera entrega y viendo el primer capítulo de esta temporada (y algunos momentos de otros) uno no puede evitar pensar si está viendo la 'Westworld' de siempre o un versión futurista y high-tech de 'Person of Interest', la verdad [4].
Sin embargo, conforme va avanzando la temporada (que cuenta con dos capítulos menos que las anteriores), la historia se va centrando y la serie creciendo y liberando todo su potencial, sobre todo en los capítulos escritos por la propia Lisa Joy y gracias también a los muchos cameos que se van sucediendo, para darnos algunos de los mejores momentos de la historia de la serie y culminando en un estupendo final de temporada que cierra de forma precisa la trama principal de la temporada y a la vez muestra los caminos por los que transitarán las próximas entregas (en especial en unas geniales escenas post-créditos).
El aspecto visual es apabullante (en especial esa Los Ángeles futurista y dolorosamente probable), la música de Ramin Djawadi sigue siendo portentosa y diferente y el esfuerzo actoral de Evan Rachel Wood, Thandie Newton y Tessa Thompson, que llevan todo el peso de la temporada junto a los ya mencionados Paul y Cassel, es realmente encomiable, dan lo mejor de ellas y salen airosas.
Bien es cierto que la reducción de capítulos hace que la narración a veces peque de precipitada, que los (fluctuantes) poderes de Dolores y Maeve son más propios del género superheróico que de otra cosa [5] y que dos personajes capitales como Bernard y Wiliam pasan algo de puntillas por la temporada... aunque tiene toda la pinta de que los personajes de Ed Harris y Jeffrey Wright volverán a ser capitales en la próxima temporada a tenor de lo visto en el último capítulo. Todo eso es cierto pero aún así se trata de una temporada más que correcta, que sigue aumentando la mitología de la serie y que se disfruta y hace pensar.
Si ya los plazos entre temporada y temporada son amplios en 'Westworld', con esto de la COVID-19 puede que la cuarta temporada todavía tarde más que de costumbre en llegarnos. Así que tocará esperar para saber si volveremos a ver a Evan Rachel Wood como Dolores [6] hasta bien entrado 2022, mucho me temo.
Como vimos al final de la segunda temporada, Dolores, recreada en un Anfitrión con la imagen de la jefa de Delos Charlotte Hale, consigue escapar finalmente de Westworld e iniciar su camino en el Mundo Real [1]. Los primeros pasos de ese camino le llevan a, obviamente, vengarse de Delos. En este camino de venganza descubre la existencia de Rehoboam, una poderosa máquina de IA creada por los hermanos Serac que en base a todos los datos de los usuarios de Incite (una nueva corporación maligna a la altura de Delos cuya app tienen instalada miles de millones de personas en todo el mundo) va realizando predicciones. Cuando alguna anomalía amenaza con provocar alteraciones en la predicción de futuro deseada por Serac, este procede a eliminarla o a "reconducirla".
Es decir, los humanos de este futuro imaginado por Joy y Nolan son tan poco libres (y poco conscientes de esa falta de libertad) como lo eran los Anfitriones en Westworld y Dolores decide liberarlos como liberó a sus congéneres (aunque algunos de ellos como Maeve o Bernard no la tengan en alta estima) aunque ello les pueda llevar a la extinción, como (casi) pasó con los suyos [2]. Pero ella sabe que ella no puede ser esa heroína, que la humanidad necesita un liberador de su propia especie y es en este punto cuando aparece Caleb Nichols.
Nichols, el personaje interpretado por Aaron Paul, el gran fichaje de la temporada, es una de esas anomalías que Serac (Vincent Cassel, otro fichaje de campanillas) corrigió y convirtió en un "neutralizador" de los de su clase. Su instrucción la llevó a cabo en otro de los parques de Delos, uno privado para preparar operaciones militares del DoD (y el quinto de los seis que conocemos [3]) y donde Dolores lo conoció. Sin embargo su cerebro está tan dañado por la droga que la misma Incite le proporciona que no recuerda nada y piensa que es un simple obrero de la construcción (ecos a 'Desafío Total' aquí). Dolores debe guiarlo hasta que vea la luz y sea capaz de guiar a "su pueblo" mientras va capeando los temporales que suponen, cada uno por su lado, Maeve, Bernard, un Serac que piensa que ella tiene la llave para desencriptar The Sublime (aka Cielo Robot) y completar su algoritmo e incluso sus propias copias, que van cogiendo entidad propia conforme avanza la historia.
Esto de las máquinas de IA que realizan predicciones no es algo nuevo para Joy y Nolan desde luego ya que en este mismo concepto se basaba su anterior serie, 'Person of Interest'. Parece que la serie protagonizada por Michael Emerson y Jim Caviezel sirva como caldo de cultivo para esta tercera entrega y viendo el primer capítulo de esta temporada (y algunos momentos de otros) uno no puede evitar pensar si está viendo la 'Westworld' de siempre o un versión futurista y high-tech de 'Person of Interest', la verdad [4].
Sin embargo, conforme va avanzando la temporada (que cuenta con dos capítulos menos que las anteriores), la historia se va centrando y la serie creciendo y liberando todo su potencial, sobre todo en los capítulos escritos por la propia Lisa Joy y gracias también a los muchos cameos que se van sucediendo, para darnos algunos de los mejores momentos de la historia de la serie y culminando en un estupendo final de temporada que cierra de forma precisa la trama principal de la temporada y a la vez muestra los caminos por los que transitarán las próximas entregas (en especial en unas geniales escenas post-créditos).
El aspecto visual es apabullante (en especial esa Los Ángeles futurista y dolorosamente probable), la música de Ramin Djawadi sigue siendo portentosa y diferente y el esfuerzo actoral de Evan Rachel Wood, Thandie Newton y Tessa Thompson, que llevan todo el peso de la temporada junto a los ya mencionados Paul y Cassel, es realmente encomiable, dan lo mejor de ellas y salen airosas.
Bien es cierto que la reducción de capítulos hace que la narración a veces peque de precipitada, que los (fluctuantes) poderes de Dolores y Maeve son más propios del género superheróico que de otra cosa [5] y que dos personajes capitales como Bernard y Wiliam pasan algo de puntillas por la temporada... aunque tiene toda la pinta de que los personajes de Ed Harris y Jeffrey Wright volverán a ser capitales en la próxima temporada a tenor de lo visto en el último capítulo. Todo eso es cierto pero aún así se trata de una temporada más que correcta, que sigue aumentando la mitología de la serie y que se disfruta y hace pensar.
Si ya los plazos entre temporada y temporada son amplios en 'Westworld', con esto de la COVID-19 puede que la cuarta temporada todavía tarde más que de costumbre en llegarnos. Así que tocará esperar para saber si volveremos a ver a Evan Rachel Wood como Dolores [6] hasta bien entrado 2022, mucho me temo.
Mientras tanto, un poco de música:
Pd: si te ha molado este artículo, lo mismo te apetece invitarme a un café. Con leche y doble de azucar, por favor.
Un saludete, guap@s.
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[1] En esta fake web de Incite se indica el año 2058 en el copyright pero esta cronología (no oficial pero creada por gente muy erudita) indica que esta T3 se desarrolla en 2053.
[2] Dolores rescata varias Perlas de las instalaciones de Delos en Westworld pero resulta que todas son copias de ella (menos la de Bernard) que hospeda en diferentes modelos de Anfitrión. Esto se descubre a mitad de temporada y pretende ser un shock pero la verdad es que es bastante rastreable desde el primer capítulo.
[3] De los seis parques de Delos conocimos Westworld en la T1, Shogunworld y The Raj en la T2 y este Park:5 privado y Warworld (aunque en su versión simulada) en esta T3. Faltaría uno, ¿quizás ese parque de fantasía con dragones y demás parafernalia que se vislumbraba en el épico y coñero cameo de D&D en el 3x02? A saber.
[4] El cameo del versátil Enrico Colantoni, que interpreta al villanesco Carl Elias en POI, en el penúltimo capítulo también refuerza este parecido.
[5] Al terminar tanto el penúltimo episodio como la season finale "terminator" se convirtió en trending topic en Twitter, por ejemplo.
[6] Yo pienso que sí: si Dolores pudo copiarse varias veces en Perlas para sacarse fuera del parque, también pudo enviar alguna de esas copias al Cielo Robot y ahora que Bernard lo ha desencriptado, la pueden reimprimir... a ella y a cualquiera.